Metálicas Mallorquinas S.L. comenzó en 1939. En sus inicios sus trabajos se centraban en realizar casquillos de bombillas, guarniciones para botas militares y pequeñas piezas de grifería.
A partir de 1970 hasta 1996, se compraron tornos automáticos y se empezó a trabajar para Buades. También se fabricaron varillas para sujetar alfombras y controlaban gran parte de la ferretería en las Islas.
Por aquel entonces, la plantilla estaba formada por 18 operarios, mas los 10 o 12 que se sumaban en la época estival.
En 1999, se retira el fundador, y la empresa continúa con la dirección de su yerno hasta el 2002, que luego de malas gestiones y un cambio de propietario, la compañía desaparece en 2006.
Dorados y cromados, que trabajaba con Metálicas Mallorquinas desde 1996, propuso una fusión, evitando que los trabajadores quedasen en la calle.
Finalmente, en 2008, la marca se recuperó y se estableció Metálicas Mallorquinas como nombre comercial.